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Visa de Turista Denegada: ¿Y Ahora Qué?
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Visa de Turista Denegada: ¿Y Ahora Qué?

En esta temporada de vacaciones, Florida está llena de brasileños disfrutando de las diversas oportunidades de compras y entretenimiento. Sin embargo, muchos tuvieron sus planes frustrados: una negativa en el consulado estadounidense en Brasil a menudo se convierte en un muro invisible que separa a los brasileños del sueño de visitar Orlando. La pregunta que siempre recibimos es: ¿por qué sucede esto y cómo revertir la situación?

La visa de turista, también conocida como B2, es lo que se llama una visa de no inmigrante: es decir, una visa para venir de visita y luego regresar, sin inmigrar permanentemente al país. Lo que sucede, sin embargo, es que una sección de la ley federal de inmigración crea una barrera que para muchos se vuelve casi infranqueable. La sección 214(b) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) establece que “Se presume que todo extranjero es un inmigrante hasta que él demuestre de manera satisfactoria para el oficial consular, en el momento de la solicitud de la visa, que califica para un estatus de no inmigrante”. Por lo tanto, el inmigrante tiene dos pasos importantes que cumplir: (1) primero, demostrar que califica para la visa de turista (por ejemplo, no tener delitos que lo descalifiquen, no tener deportaciones o violaciones a las leyes migratorias, etc.); (2) y segundo, lograr revertir la llamada “presunción migratoria,” que básicamente lo considera “culpable” hasta que demuestre lo contrario.

En otras palabras, el brasileño que desea obtener la visa de turista debe probar que tiene lazos fuertes con Brasil, que sirvan como garantía de su regreso: un buen trabajo, estudios, familia, propiedades, etc. Una persona que tuvo su caso denegado por esta presunción puede intentar rehacer su solicitud de visa, esta vez con evidencias más robustas, incluyendo todo lo que pueda vincularlo a Brasil, como planes de salud, automóviles, etc. Cabe destacar que cartas de invitación y declaraciones de familiares no ayudan en nada a este respecto.

Se sabe que, lamentablemente, muchos oficiales consulares juzgan por la apariencia y simplemente niegan el caso sin mirarlo. Esto contradice directamente las directrices de la ley; sin embargo, el extranjero no tiene opciones de apelación, ya que no tiene derecho a demandar al gobierno en la corte de los Estados Unidos. Así, el brasileño con su caso denegado tiene solo dos recursos: contactar al departamento “LegalNet” del Departamento de Estado estadounidense, que realiza una revisión superficial de ciertas solicitudes, alegando error legal o factual; o intentar rehacer su petición.

Finalmente, recordamos que muchos brasileños recurren a agencias de turismo o facilitadores para presentar la solicitud de visa de turista ante el consulado estadounidense, lo que ha causado problemas muy serios. Muchos de estos proveedores de servicios cometen errores en el formulario, dejando de incluir datos importantes (como algún proceso penal o visitas anteriores a los Estados Unidos), y peor aún: no incluyen sus nombres y contacto como los “preparadores” del formulario y lo envían al consulado como si fueran el propio solicitante. Hemos visto muchos casos en los que el consulado estadounidense o las autoridades del aeropuerto prohíben la entrada del brasileño, alegando que este cometió fraude en la solicitud de visa debido a omisiones o discrepancias. Y esta situación no se corrige solo con un “yo no sabía”. Esto se debe a que es el nombre del propio extranjero el que aparece firmando el documento, y no el del proveedor de servicios.

Así, tomarse en serio todo el proceso de solicitud de visa, desde el formulario hasta las evidencias de lazos fuertes con Brasil, garantiza mejores posibilidades de éxito.